EL NIÑO

(2003) 

| NUESTRO ROMPECABEZAS

| LA CUMBRE SIN CUMBRE 

Vía ‘El Niño’


8b/850m, El Capitán.
No es la vía más larga de la pared, pero sí tiene una enorme complejidad, ya que su trazado es enormemente sinuoso, con enormes desplomes, grandes travesías y algún que otro rapel.
Cordillera: Sierra Nevada-Yosemite (EE.UU).
Fechas: mayo-junio 2003.
Equipo: Eduardo Martínez (fotógrafo) y los Hermanos Pou.
Entrenamiento ‘in situ’: Tenemos que mejorar la técnica en granito y la escalada en fisura. Tras varias jornadas nos cuesta superar el 6c en esta especialidad, no obstante decidimos probar la vía el día 20 de mayo.
Comienzo del ataque final: 4 de junio.
Logística: Transportar por la vía los cerca de 130 kilos de material, comida y agua.
Sorpresa: Leo Houlding o Matt Damonn durante la primera repetición tiraron sin querer con el pie una laja clave, lo que convirtió el largo de 7b+ en un 8b.
Mayor Susto: 16:00 h del día 7 de junio de 2003 (cuarto día en la vía). Iker se precipita cabeza abajo, durante varios metros.
Culminación: el sexto día a primera hora de la mañana salimos por arriba con toda la vía encadenada. Hemos realizado la primera escalada nacional en libre.
7 paredes, 7 continentes
Recuperamos para este número de nuestra revista BE FREE la primera pared de nuestro proyecto 7 paredes, 7 continentes. Una idea que nació de las ansias de querer juntar nuestras dos grandes pasiones: escalar montañas y viajar. Y, ¿qué mejor cosa que viajar escalando montañas? Y empezaríamos en Yosemite: ¿Dónde si no?

‘El Niño’ (8b/850m) fue la primera pared del proyecto ‘7 paredes, 7 continentes. Conseguimos la segunda repetición en libre.

Iker se precipita cabeza abajo, hacia donde nos encontramos Eduardo y yo. Le vemos caer durante varios interminables segundos, hasta que por fin, la cuerda se tensa, él se golpea fuertemente y escuchamos los primeros gritos de dolor.

Se lo habíamos avisado varias veces: el cordino de tres milímetros, sobre aquel pequeño buril, no iba a aguantar la caída. En efecto, el cordino ha aguantado lo justo para desequilibrarle y precipitarle al vacío sin ningún control. Nos encontramos delante del último largo difícil de la vía. En principio es de una dificultad de 7b+ y no nos tendría que dar problemas. Pero el grupo inglés que hizo la primera repetición nos había avisado de que al pasar ellos se había roto una laja.

No por avisados, nos llevamos menos sorpresa cuando Iker, tras innumerables caídas, no consigue pasar por allí. Se hace evidente que tendremos que probar ese movimiento con la cuerda por arriba. Después de mirarlo mucho, Iker encuentra por la izquierda un pasaje protegido con un viejo buril que tiene anudado un cordino de 3 milímetros. Ese pequeño cordino produce la caída que se cuenta al inicio de este artículo, tras la cual, vendrá un nuevo intento, ya sin la posibilidad de asegurarse. Esta vez tuvo fortuna y acabó llegando a la reunión. Ha sido una jornada durísima. A la mañana siguiente, decidimos que, sin levantar el campamento, subiremos los tres largos que nos quedan hasta la cumbre, para después realizar esa tirada que el día anterior dejamos pendiente. A media mañana llegamos, pero nos bajamos sin celebrarlo. Después de comer, bajamos a probar el largo. Tras muchos intentos, enseguida entendí que los gritos de júbilo de Iker significaban que se podía escalar en libre. Eran las 19:00h cuando celebramos a gritos la culminación de la vía en libre.