Entrevista a

AYMAR NAVARRO

» TODAS LAS BAJADAS TIENEN ALGO, DE CADA UNA DE ELLAS ME QUEDARÍA CON UN POCO Y CONSTRUIRÍA UNA PERFECTA «

 

Conocí a los Hermanos Pou en el EMMETT, un evento que se celebraba en el Val d’Aran y además los tres formamos parte del equipo de The North Face. Todavía no he tenido la suerte de escalar con ellos, pero todo se andará. Tenemos pensado algunos proyectos conjuntos, que ojalá salgan adelante porque estaría bien poder mezclar las dos filosofías.

Para los que no lo conozcan, Aymar se describe a sí mismo como una persona normal y corriente, a la que
le gustaba el deporte desde que empezó a caminar. Lo que más le gusta es compartir experiencias en la nieve, disfrutando de la naturaleza y descubrir lugares nuevos.

El año pasado el freerider aranés jugó un importante papel en su tercera temporada en el Freerider World Tour de Vallnord, ya que consiguió un top 10 en la primera cita (Portella) y sufrió una caída en la segunda (Baser Negre) tras un comienzo de bajada espectacular.

¿Cómo sería tu descenso de esquí perfecto?

No sé si existe la bajada perfecta. Todas las bajadas tienen un algo, de cada una me quedaría con un poco y construiría una perfecta. Por muy mala que sea,
en todas las bajadas encuentras algo, un giro o una pendiente buena o pasas por un sitio mágico. Cada día encuentras algo nuevo.

Vas montado encima de tus esquís por una pendiente muy inclinada a una velocidad frenética, ¿Qué se te pasa por la cabeza? ¿Qué sientes en ese momento?

La verdad es que cuando bajamos por una montaña, como se ve en los vídeos, no es que llegamos ahí
y nos tiremos sin más. Antes de ese momento,
te has pasado muchos días mirando esa línea y a veces tienes que esperar meses, para que esté en condiciones.

Has de estar al 100% metido en tu bajada. Una bajada es muy explosiva, durará 2 o 3 minutos como mucho. Tienes la mirada fijada delante, 2, 3 o incluso 4 metros por delante y los ojos van buscando las referencias que has estado estudiando desde abajo.

Has sufrido algunas avalanchas que a cualquiera le pondrían los pelos de punta. Ahora mismo recuerdo un vídeo que nos enseñaste que…ufffff, por poco…¿Jugáis muy en el límite con ciertos descensos?

Estamos en el límite, pero siempre tenemos que gestionarlo. Estamos en una línea, que es muy fina y que cualquier error puede traspasarla. Tienes que saber donde está ese límite para no cruzarlo.

Tanto los Hermanos Pou como yo estamos en la naturaleza y, por mucho que intentes controlarlo al 100 x 100, es imposible. La montaña es así, intentas minimizar los riesgos al máximo, aunque eres consciente de que siempre pueden surgir imprevistos.

¿Crees que hay suficiente conocimiento de nivología y riesgo de aludes entre los amantes del freeride?

Somos un país que no tiene todavía cultura de formación. El freeride ha explotado recientemente en España, cuando en Europa llevan muchos años y todo el tema de avalanchas lo tienen bien estudiado. Yo siempre digo que no sirve de nada comprarte el mejor ARVA si no sabes cómo utilizarlo.

Te peleas con los mejores freeriders internacionales en países en los que el esquí está muy valorado, ¿te sientes arropado en España? ¿Te resulta fácil conseguir apoyos para tu carrera y tus proyectos?

La verdad es que cuando sales a competir al extranjero a la gente se le hace extraño. Hay muchos que no saben que en España hay nieve, ni que están los Pirineos. Alucinan, pero ¿cómo puede ser? ¿nieve en España? Es complicado hasta que te haces el hueco, te haces un poco el nombre y te empiezan a conocer.

A la hora de conseguir proyectos, yo no me puedo quejar, las marcas me han apoyado muchísimo. Estos últimos 2 o 3 años han sido muy complicados para todos, por poco que me hayan dado, yo sé que el esfuerzo es muy grande de valorar…

Muchas veces buscamos grandes retos en Alpes, Argentina, pero ¿crees que en los Pirineos hay cosas por hacer? ¿Puedes proponernos una?

En los Pirineos hay retos para aburrir. A veces, parece que si tú no has hecho algo grande en los Alpes, ya
no eres nadie y a lo mejor aquí al lado de casas tienes una montaña que no ha bajado nadie. hay mil cosas por hacer y que quedan por hacer. Un reto que tengo ganas de hacer, y que ya han hecho unos amigos míos, ha sido subir y bajar el Maubèrne, por la cara norte (está entre España y Francia). Es una montaña, muy mágica.

¿Y el proyecto que ahora te ronda por la cabeza?

Este año estaba muy metido en las competiciones y entrenaba y esquiaba para hacer línea rápida.
En Argentina he empezado con el tema de explorar, de abrir vías nuevas y me ha picado el gusanillo. Ahora mismo me gustaría ir compaginando y tengo muchas ganas de ir también a una zona del Val d’Aran que está muy poco explorada, pero que no voy a decir. Me gustaría abrir muchas canales de esa zona.