A las puertas de dejar este mundo, la lucidez y serenidad, con que Pau responde a las preguntas del famoso periodista, son asombrosas.

Nos quedamos con dos momentos. 

En el primero subraya que no hay que vivir con miedo. El miedo lo paraliza todo. El miedo a amar, el miedo a llorar, a reír, a tomar la iniciativa por algo que vale la pena, a atreverse a confundirse, a pedir perdón…

Lo dice alto y claro: <“De lo contrario, para cuando te des cuenta, no te quedara tiempo para dar el paso…”>.

La verdad es que no podemos estar mas de acuerdo. Nos consideramos gente valiente. Damos tres pasos adelante cuando nuestra conciencia nos lo dicta y tres pasos atrás cuando juzgamos que nos hemos equivocado. Pero siempre damos los pasos, porque nos parece que la vida es lo suficientemente corta como para no pararse por “el que dirán…”

<“Odiar no te lleva a ningún sitio”>

En el segundo Jordi le pregunta por los “haters”, esos “odiadores profesionales” que mediante internet (redes sociales, webs, blogs, etc.) todo lo critican. Pau- al que recordamos que en ese momento solo le quedan quince días de vida- se ríe y le contesta que no hay tiempo para eso. Que no hay tiempo para odiar. Le aconseja a todo el mundo que no malgaste el tiempo en odiar a los demás, porque para cuando se den cuenta este se habrá acabado…

También no podemos estar más de acuerdo con esta apreciación: Lo que no suma resta, y lo que resta no aporta nada. Construir es mucho mas bonito que destruir, y si la vida es corta, mejor pasarla construyendo. La vida es un ensayo y error. A veces se acierta y otras no, pero siempre se intenta dar lo mejor de uno mismo, desde el cariño y el respeto. Como bien dice el músico: <“Odiar no te lleva a ningún sitio”>. 

La serenidad con que Pau habla de la vida y la muerte asombra; su aceptación de esta ultima sobrecoge, aunque probablemente lo más repetido de la entrevista sea “su apego a la vida”. Quiere vivir más, quiere seguir construyendo, quiere estar con su hija, con su familia, seguir tocando encima de un escenario, sacar un nuevo disco… pero el tiempo se le acaba. 

No seremos nosotros los que malgastemos ese tiempo. Hay que tratar de disfrutar de la vida y para eso hay que atreverse a llegar un poco más allá. Somos humanos, con lo que el camino estará lleno de aciertos y de errores, pero un camino hecho desde el afecto y la buena fe, siempre conducirá al éxito.

Vivimos momentos convulsos en los que los nervios y la frustración están a flor de piel. Nuestra aportación a la sociedad va a seguir siendo la misma que ha sido siempre: Intentar contagiar a los que nos rodean nuestro amor por la vida, que nuestra energía y nuestro positivismo, ayuden en la medida de nuestras posibilidades, a que la vida de los demás sea mas llevadera.

Es lo que hacía Pau Donés en vida y es lo que seguiremos haciendo nosotros. Os recomiendo que toméis la misma senda, es dura pero es muy bonita: “Amar marca la diferencia”.

Gracias a Pau Donés por sus palabras. Lo has conseguido: Tu legado es impresionante.

Gracias a Jordi Évole por acercarnos a este personaje.

Y parafraseando a la gran cantautora chilena Violeta Parra: “Gracias a la vida que nos ha dado tanto”.