La niebla no nos ha dejado llegar hasta el collado de la Guillaumet:
“Mierda pensamos para nuestros adentros mientras nos damos cuenta de que mañana nos va a suponer tres horas mas de pateo…”
No pasa nada, estamos bien acompañados por la pareja mallorquina Cati Llado y Tomeu Rubí, para vivaquear en el gran bloque que hay a una hora de camino de Piedra Negra. Nos vamos ha quedar mucho mas abajo de lo planificado, pero como ocurre habitualmente en el monte, toca improvisar.
A la mañana siguiente cuando empezamos a andar a las 3:45 de la mañana nos damos cuenta de que nuestra elección ha sido la correcta. La niebla persiste y dentro de ella ha nevado toda la noche, con lo que tenemos un palmo de nieve encima de la pedrera que de Piedra Negra conduce hasta el collado.
Nos perdemos. Somos los primeros esa mañana: No hay huella y hay poca visibilidad en mitad de la noche y debajo de la niebla. Esta claro “que de noche todos los gatos son pardos”.
Cuando amanece todo es mas fácil y reencontramos nuestro camino hasta el collado, donde nada mas llegar disfrutamos de las vistas y el sol que nos da en la cara Este de la Guillaumet: El Paso Superior, el Fitz Roy, la Mermot, glaciares inmensos…El escenario es grandioso, de esos que solo puedes disfrutar en la Patagonia.
No hay ni gota de viento, el día esta fantástico, y el parte ha acertado.
La verdad es que desde que llego a mediados de la década del 2.000 internet y con el las previsiones meteorológicas, este lugar es diferente, atacar cualquier cumbre con cierta garantía meteorológica ayuda muchísimo.
Pero en años muy malos como este 2.017, también se confunden, y si no, que nos lo digan a nosotros que en nuestro intento anterior acabamos calados hasta los huesos en el campamento de Piedra Negra.
Chicos, esto tiene que parar en algún momento
les digo a mi hermano Iker y a nuestro compañero mallorquín Tomeu Rubí, mientras trato de entrar en calor con todo mojado.
No se yo…
dice Iker haciendo movimientos similares a los míos.
Me habéis dejado en el medio a sabiendas de que os mojaríais mucho y eso se agradece, pero si queréis os cambio el sitio, estáis calados hasta los huesos, parece que habríais sacado el saco del lago
participa Tomeu comprensivo en la conversación.
Si, nos hemos mojado toda la subida, nos hemos mojado toda la tarde y ahora nos estamos mojando toda la noche
les digo yo sin poder aguantar la tiritona.
No están acertando con el parte, además se esta levantando mucho viento
dice Iker mientras sujeta la tienda.
Esta claro que estas tiendas súper ligeras de una sola capa no están pensadas para aguantar la lluvia, ¡y menos racheada como la de hoy!
dice resignado Tomeu.