Por un lado, ya está aquí el verano, una de las épocas más importantes para todos nosotros: llegan las vacaciones y además suelen ser largas, por lo que nuestra capacidad para soñar se multiplica…

 

Por otro lado, tenemos la sensación de que no ha sido un año fácil: los terremotos en Nepal, la pérdida de vidas humanas, mucha gente de montaña que no podrá seguir soñando, hace unos días nos dejó Dean Potter… Son sucesos que, en la mayoría de los casos, no están en nuestra mano, pero hay algunos que sí que lo están. Pongamos todo lo que está de nuestra parte para evitar las tragedias que sean evitables, ya que contra las otras, no podemos hacer nada. Antes de acometer un proyecto difícil preparémonos como toca, hagamos caso a la meteo, leamos las condiciones de la montaña, llenemos el saco de la experiencia todo lo que podamos… Si a pesar de todo sucede lo peor, por lo menos habremos hecho todo lo que estaba en nuestra mano. Y si no somos capaces de hacerlo por nosotros mismos, por lo menos, hagámoslo por los que se quedan, que a la postre son los que más sufren. Dicho esto ¡a disfrutar de las ansiadas vacaciones y a seguir soñando! (que es nuestro verdadero carnet de identidad).

All the best!

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