Fiebre de exploración

4 nuevas rutas · 1 repetición · 4 nevados

De muy fructuoso se puede calificar el tercer viaje de los hermanos vitorianos a la Cordillera Blanca, donde además de abrir cuatro rutas: “Viva Perú Carajo” al Huamashraju de 5.350 m, “Mal de Panza” en la quebrada de Llaca a 4.350 m, “Súper Canalizos” al Huanka Punta de 4.670 m y “Leire” a una montaña de nombre desconocido de 4.882 m; consiguen la primera repetición y además en libre de la vía italiana “Eder Sabino Chacha Don Bosco”; y ascienden los nevados “Mateo” de 5.150 m, “Vallunaraju” de 5.686 m, “Hurus” de 5.495 m y “Rima Rima” de 5.248 m.

Una actividad sobresaliente en un año muy complicado en el que desgraciadamente el COVID ha seguido siendo protagonista a nivel mundial…

-”Viendo todo lo que hemos hecho puede parecer que ha sido coser y cantar, pero con diferencia, ha sido una de las expediciones más complicadas de nuestra carrera, ya que los problemas físicos se han multiplicado uno detrás de otro: Una rodilla fastidiada durante más de diez días, varias gastroenteritis seguidas que nos llevaron al baño hasta en veinte ocasiones en un solo día y fiebres… que sumados a la altura– nos hemos movido siempre por encima de 3.300 m- han hecho que este verano en los Andes nos hayamos tenido que esforzar y sufrir como nunca, para sacar toda esta actividad adelante”

nos cuentan los Pou que están deseando tomarse un pequeño descanso.

-El desgaste ha sido enorme: Hemos perdido mucho peso y los problemas físicos no nos dejaban recuperar en nuestras vueltas a descansar a Huaraz. En el momento que empezábamos a estar bien, otra indigestión alimenticia nos llevaba a varios días a dieta y una nueva pérdida de kilos. Así hemos estado peleando toda la expedición, saliendo a la montaña en cada ocasión al 50% de nuestras posibilidades, ya que la energía y la fuerza no siempre nos acompañaban. Pero le hemos puesto mucha garra para sacar todo adelante. Nuestra experiencia suma en este tipo de ocasiones en las que muchos alpinistas, y además con razón, tirarían la toalla”.

-”Si nos llegamos a encontrar bien, creo que podríamos haber hecho todavía más, pero lo cierto es que desgraciadamente hemos estado enfermos de la barriga más de la mitad de la expedición…”-

nos cuenta Iker un poco resignado y constatando que no se puede luchar contra los elementos.

A continuación os relatamos las principales actividades de esta expedición.

 

“¡Viva Perú Carajo!” M7, 80º, 600 m. Huamashraju Este de 5.350 m

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Tras una semana de aclimatación en los nevados Mateo de 5.120 m y Vallunaraju de 5.686 m, los hermanos vitorianos acometen con éxito su primera gran escalada del verano, y ascienden por primera vez la cara sur del Huamashraju Este de 5.350 m. Bautizan la nueva ruta con el nombre de “¡Viva Perú Carajo!” M7/80º/600 m en honor a los buenos momentos que les ha hecho pasar siempre el país andino. El M7 corresponde a la alta dificultad que tiene un tramo en el que hay que escalar con piolet y crampones sobre la roca, los 80º nos hablan de la inclinación máxima en escalada en hielo, y los 600, son los metros de ascensión de la nueva ruta.

La vía es enteramente en escalada glacial (piolet y crampones), y sigue de una manera elegantísima las pequeñas lenguas de hielo que colándose entre la roca atraviesan toda la pared como si fuese una tela de araña.

Abierta en estilo alpino y en un solo intento de quince horas consecutivas de campo base a campo base, exigió lo mejor de los Pou.

<”Hay que tener en cuenta que es una Cara Sur, lo equivalente a la Cara Norte de nuestro hemisferio, y a 5.000 m de altura, por lo tanto un lugar muy frío, lo que en el lenguaje alpinistico llamamos una nevera. En total fueron siete horas de escalada. La primera por una rampa de nieve sin encordar, y las otras seis de escalada muy vertical. Pasamos mucho frío porque en ningún momento subimos de -15º, y con el viento que nos castigó, la sensación térmica fue aún menor. Los largos son espectaculares sobre finas planchas de hielo adheridas a la roca con alguna sección de mixto. De una manera creativa y sorprendente tuvimos la suerte de descifrar la pequeña telaraña blanca que en un mundo de roca nos llevó hasta la cumbre. A las 14:30 alzamos los brazos exultantes en lo más alto del Nevado Huasmahraju Este. Estábamos a 5.350 m y un mundo de montañas y quebradas se abría a nuestro alrededor: La cara norte del Cashan de 5.686 m que escalamos por primera vez nosotros mismos en el 2.019, la mole imponente del Huantsan, a nuestra espalda el Huascarán, rey de la Cordillera Blanca… Pero había que descender, nos quedaban seiscientos metros de rapeles por delante en un terreno virgen que desconocíamos, ya que nos tirábamos por la vertiente contraria a la que habíamos ascendido. Nos asomamos y comenzamos a gritar, porque por esta cara venían escalando nuestros amigos Manu Ponce y Micher Quito, que abrían otra nueva ruta por esta vertiente de roca. Los teníamos a apenas un largo de la cumbre, metidos en la sombra y pasando mucho frío. Fuimos bajando hacia ellos y adelantándonos para montar los rapeles, porque sabíamos que llevaría mucho trabajo. Al fin y al cabo, descender cansado por un terreno virgen puede ser tan difícil como ascenderlo. Nos alcanzó la noche mientras buscábamos bloques desde los que rapelar e íbamos montando reuniones de fortuna. Exhaustos y envueltos en la oscuridad helada alcanzamos el suelo. De aquí a nuestras tiendas de The North Face fue dejarse caer en busca de un refugio que nos dejase reposar nuestros cuerpos maltrechos”>

nos relatan los hermanos en primera persona.

<”Creemos que estamos ante lo que será un clásico: La ruta es de inmensa calidad, y además, a diferencia de la mayoría de las escaladas glaciares de la Cordillera Blanca, que son bastante peligrosas por la caída de seracs y trozos de hielo de la parte superior, esta es una línea muy segura más propia de Pirineos o de los Alpes; también hay que tener en cuenta que es una montaña que a nivel de acceso queda relativamente cerca de Huaraz y la aproximación tampoco es especialmente dura”>

Los Pou no se equivocaban y esta misma temporada «VIVA PERÚ CARAJO» ya  cuenta con almenos tres repeticiones  y algunos intentos. 

“Mal de Panza” 7a/300 m. Quebrada de Yaca

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Dos días de intenso trabajo les lleva la escalada de esta bonita vía de roca en la quebrada de Yaca, distante 1 h 20’ de la ciudad de Huaraz.

Consta de nueve largos, de los que destacaríamos el séptimo- de nombre “The Splitter”- y el octavo- al que bautizan como “La Guinda”- como los mejores de la ruta. Emplazan en total quince bolts durante la ascensión incluidas las reuniones, y meten otros seis durante el descenso para facilitar los rapeles; el resto se protege entero con friends con lo que la escalada tiene un buen componente de aventura.

 

<”Ha quedado muy bonita y elegante, con largos muy buenos de autoprotección. La aproximación es corta y el acceso sencillo desde la capital. Es una actividad que madrugando se puede hacer en el día. Teniendo en cuenta que hay pocas rutas en roca con estas características cerca de Huaraz estamos seguros que en poco tiempo se convertirá en una clásica. Además la vía discurre entre los 4.100 y los 4.400 m con lo que es perfecta para ir aclimatando”>-

nos cuentan los Pou.

 

El nombre hace referencia a los enormes problemas estomacales que los tres aventureros sufrieron durante los días de la apertura:

 

<”No es fácil hablar públicamente de esto, pero lo cierto es que nos costó sudor y lágrimas terminarla porque cada vez que queríamos subir a seguir con ella, alguno de los tres enfermaba y teníamos que volver a atrasar el intento. De hecho, desde que bajamos de nuestra primera apertura de ¡Viva Perú Carajo!, no hemos levantado cabeza: Alguna intoxicación alimenticia o de agua, nos ha hecho pasar días en cama con fiebre y vomitonas. Por eso estamos especialmente contentos con esta apertura y primera escalada en libre, porque a pesar de todas las adversidades, ¡que han sido muchas!, hemos conseguido nuestra segunda ruta de este verano”>.

“Súper Canalizos” 6c+/475 m. Huanka Punta de 4.670 m.

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La cordada vasco-murciana se traslada al sur de la cordillera blanca, para en el área de San Marcos, y más concretamente en el macizo del Cerro Tornillo, abrir una nueva ruta que bautizan como “Súper Canalizos” 6c+/475 m al “Huanka Punta” (4.670 m).

Una escalada de 475 m y una dificultad máxima de entorno al séptimo grado (6c+), que les cuesta 6 h ½ actividad ininterrumpida. Pasan mucho frío- alrededor de -5º- toda la mañana, hasta que con los primeros rayos de sol -hacia las 12 del mediodía- pueden empezar a disfrutar de la ascensión e ir más rápido y seguros.

Destacar que utilizan un estilo impecable, no colocando ningún seguro de expansion (bolts) en toda la escalada, y que salen de una manera limpísima a la cumbre solo valiéndose de friends (empotradores mecánicos que pone el primero y saca el segundo), con lo que la ruta ha quedado exactamente igual que la encontraron. 

 

”Es una línea espectacular que surca un sistema de canalizos de un tamaño que pocas veces se ha visto en el mundo. Ha habido momentos que pensábamos que íbamos montados en una gran escalera por la que avanzabamos de una manera mecánica como si de ascender peldaños se tratara”-

nos cuentan de primera mano el trío de escaladores que además añaden:

”Pocas veces hemos tenido la oportunidad de escalar algo tan bello. Nosotros básicamente ascendemos montañas por el placer de hollar algo bonito, y en este caso teníamos la sensación de subir por una escultura perfecta”.

 

”Lo peor con diferencia ha sido el frío… Más allá de esto la ascensión ha resultado bastante limpia: No hemos tenido caídas importantes y hemos conseguido escalar bastante rápido teniendo en cuenta la altura. Bueno, no tendríamos que olvidarnos de los problemas de Eneko… El día anterior a partir para esta aventura tenía todavía una inflamación en la rodilla (había perdido líquido sinovial) que apenas le dejaba caminar, y durante los días en alta montaña sufrió una gripe que le tenía muy bajo de energía, con lo que se tuvo que esforzar al 200 % para estar allí arriba con Manu y conmigo, pero bueno, es algo a lo que ya nos ha tenido acostumbrados en otras expediciones: Cuando el cuerpo no le ha acompañado, lo ha sufrido sobremanera, para con garra y cabeza estar ahí”-

nos decía el pequeño de los Pou.

 

Esta no es la primera ruta que el trío asciende a esta montaña. En el 2.019 exploraron por primera vez la zona abriendo “Cabeza Clava” 6c+/470 m, la que sería la primera vía al Huanka Punta. Esta es la segunda por tanto, y con el valor añadido además, de no haber utilizado ningún seguro expansivo durante la apertura.

“Leire” 6b/300 m. 4.882 m.

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Se trata de una ruta sobre roca perfecta que tiene un recorrido de 300 m, una dificultad de 6b, y que alcanza los 4.882 metros de altura, la misma que el techo de Europa occidental, el Mont Blanc.

Es una línea de enorme belleza con diedros espectaculares, zonas de adherencia y canalizos bellísimos, que son la seña de identidad de este lugar que dará mucho que hablar durante los próximos años.

Además, solo cuenta con tres expansivos, uno en mitad de un largo, y los otros dos en sendas reuniones, que no les habían quedado lo suficientemente fuertes para poder petatear (Izar la mochila con el material); por lo tanto, una vía con mucha aventura y autoprotección, que hará esforzarse a próximos repetidores.

”La apertura llevo 6 h 45’ de escalada ininterrumpida, y al igual que nos sucedió durante la ascensión de “Súper Canalizos”, la parte más dura fue aguantar las primeras horas de luz con varios grados bajo cero hasta que nos alcanzo el sol , y pudimos entrar en calor”

nos relatan los tres escaladores acordándose de los momentos buenos y los no tan buenos de esta escalada.

”Yo sufrí mucho por culpa de una lesión en la rodilla y el catarro que llevaba encima. Lo cierto es que estaba más para haberme quedado abajo en la tienda que para estar ahí arriba, pero también es verdad que casi nunca tienes todo de cara cuando estas metido en estos fregados…. Hay que intentar sobreponerse a las adversidades y seguir peleando. No hemos conseguido todo lo que hemos logrado en nuestra carrera tirando la toalla a la primera de cambio”

nos relata Eneko convencido de haber hecho lo correcto.

 

”El descenso también resultó muy duro, porque íbamos muy cansados, la noche se nos echaba encima y no siempre encontrábamos rápido donde montar el siguiente rápel de fortuna”-

exclama el alpinista murciano, a lo que añade:

“Con las últimas luces alcanzamos el suelo y respiramos aliviados sabiendo que hasta las tiendas, aunque fuese en mitad de la noche, llegaríamos sin problemas caminando”.

 

”Hemos abierto la puerta a una de las mejores zonas de escalada de Perú. El potencial de este lugar para futuras generaciones es enorme. Nosotros lo hemos descubierto y explorado, dejando entre el 2.019 y este 2.021 cuatro nuevas líneas inéditas de mucha calidad que marcaran en el futuro el devenir de este lugar. Porque no decirlo claro: Estamos orgullosos del trabajo realizado”

afirma con rotundidad esta cordada que en sus últimas tres visitas a la Cordillera Blanca (La segunda más grande del mundo), ha dejado la friolera de nueve vías abiertas.

PRIMERA EN LIBRE A LA OESTE DEL “AMAHUAGAYCHU” (5.134M)

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Después de las aperturas en el valle de San Marcos y a pesar de los contratiempos de salud constantes en este viaje, los Pou junto a su compañero Manu Ponce se hacen con la segunda repetición de la cara oeste del pico “Amahugaychu” de 5.134m. y primera ascensión en libre de la ruta “Eder Sabino.”

-“El equipo está muy bajo de energía, pero con ganas de finalizar el viaje por todo lo alto intentando escalar algo nuevo.  Si este año tuviéramos que destacar algo de nuestra expedición a Perú, sin duda sería las veces que hemos caído enfermos todos los miembros del equipo por diferentes motivos. Como siempre decimos, estas son las cosas que tiene “el juego de viajar” a sitios lejos de casa, donde simplemente lavarte los dientes con agua del grifo puede hacerte enfermar.”-

Nos cuenta el mayor de los Pou.

Eneko había bajado con fiebre de la última salida e Iker decía no encontrarse ni al 50 % después de las dos semanas con gastroenteritis que le hicieron perder más de 5 kg, Aun así, el equipo barajó posibles destinos en los que probar suerte para estos últimos días. Entre todas estas opciones, por su poca aproximación y su estética el pico “Amahugaychu” llamaba la atención. 

-”Esta montaña ya la habíamos explorado en 2017 junto a Pedro Galán, pero por falta de tiempo nunca fuimos a escalarla. En Huaraz empezamos a informarnos sobre la misteriosa pared que parecía que nadie había subido nunca. Gracias a la información que nos proporcionó Pocho de la agencia Monttrek supimos bien cómo acercarnos lo máximo posible y eso nos hizo decidirnos a intentarla, aunque solo nos quedaran 4 días para volar a casa.-

Afirma Ponce satisfecho con lo conseguido.

-Eneko despertó aún con fiebre y con voz de ultratumba nos dijo:“chicos no me veo con fuerzas de acompañaros, ir sin mí, pero disfrutar por mí y por favor, llevad cuidado”. Así hicimos y esta vez Iker, Manu y nuestro fotógrafo peruano Alexander Estrada, cogimos el taxi que nos llevaría a la entrada de la Quebrada Quilloc. Tras 2 horas de aproximación llegamos al campamento base a 4500 m. Como aún nos quedaba tiempo decidimos subir hasta la pared y empezar a escalar los primeros metros y así tener una idea más clara de a lo que nos enfrentaríamos al día siguiente.”-

nos comenta el pequeño de los Pou.

Como en muchas otras ocasiones la información disponible no les permitía saber a lo que realmente se enfrentaban, ni la altura de la pared, ni la dificultad y calidad de roca que se encontrarían. 

-“Sabíamos de la posibilidad de algún intento anterior, pero no de la existencia de ninguna ruta.”-

Nos afirma Iker.

-”Al día siguiente amanecimos muy temprano para tener tiempo suficiente para poder llegar a cumbre. A las 10 de la mañana ya estábamos en la pared en el mismo sitio donde lo habíamos dejado el día anterior, pero esta vez con mucho más frío, en sombra y con muchos metros aún por recorrer.

Según íbamos ascendiendo nos fuimos encontrando restos y cuerdas abandonadas de algún intento anterior. Tras escalar más de la mitad de la pared, nos dimos cuenta que seguramente estábamos repitiendo una vía ya existente.”-

Después de 10 horas de actividad ininterrumpida coronaban la cima del Pico “Amahugaychu” de 5.134m. Consiguiendo la segunda ascensión de la cara Oeste y la primera repetición en libre de la ruta “Eder Sabino Chachca Don Bosco” 500 m. VII/A2 abierta en 2004 por un equipo italiano-peruano formado por Mauro Florit, Massimo Sacchi y Marco Sterni, a quienes les costó 10 días de trabajo con cuerdas fijas completar la ruta que bautizaron con el nombre de un joven guia amigo fallecido esos días en una montaña de la misma cordillera.   

La ruta fue escalada en libre y a vista (primer intento). 

-”Nos esforzamos al máximo para lograr 500 m de escalada de alto compromiso y dificultad técnica. Con largos en torno al 7º grado. Y ahí no acabó todo, ya que para el descenso tuvimos que concentrarnos al máximo para destrepar unos 300 metros con pasos de hasta 4º grado.”-

Nos cuenta Manu exhausto. 

 -”Ya en Huaraz, gracias a nuestros amigos de la Fundación Don Bosco, nos enteramos que la vía que habíamos hecho era obra de la cordada italiano-peruana. Es un lujo haber conseguido realizar en 11 horas una actividad que en su momento supuso 11 días de trabajo, y hacerlo en escalada libre, el mejor de los estilos.