VALLE DE IZAS

De lo mejor del pirineo

Izas probablemente sea de las zonas importante para la escalada en hielo de la península, una de las más cercanas y accesibles; además de una de las más bonitas.

LA MEJOR ESCUELA DE HIELO DEL PIRINEO: IZAS

Izas probablemente sea de las zonas importante para la escalada en hielo de la península, una de las mas cercanas y accesibles; además de una de las mas bonitas. Sin ser muy grande tiene hielo suficiente para varios días de actividad, con ascensiones que superan los seis largos de cuerda, que van de cascadas sencillas como “La Ruta Jacobea”, hasta muy difíciles, como la efímera, “Ruta de Shakelton”, pero sobre todo cuenta con una lengua helada de 300 m que es una de las obras maestras de Dominic Julien- este escalador francés probablemente sea uno de los mejores pirineistas invernales de todos los tiempos- que no es otra que “Historia de Eau” 4+/300 m. 
La he debido escalar (Eneko) un puñado de veces: Con Kepa Zubizarreta, con mi hermano Iker, con Juan Vallejo, con Capi, con Gogorza… y me sigue pareciendo que es la mejor ruta de nivel medio de Pirineos.
Pero vamos con la selección que os recomiendo de menor a mayor en orden de dificultad:
·“Ruta Jacobea” ·“Notre Dam” ·“Historia de L’Eau” ·“La Colgada” (Otra pequeña perla del hielo vertical pirenaico). 
Dicho esto, no os lo penséis, aproximación corta, muy buenas líneas, y además, Izas es de los pocos lugares que se puede aprender a escalar en hielo con mucho ambiente de alpinismo sin jugarnos excesivamente el bigote.  

En mitad de la escalada hay una vira enorme que le quita verticalidad y que nos permitió tomar aire, desde allí por detrás de la aguja José Prado (un paisaje espectacular), entramos en los canalizos finales que te depositan en la misma cumbre. Si la zona de los canalizos ya la hicimos húmeda, el último largo lo escalamos empapado, con todo lo que ello conlleva: seguros flotantes, grandes distancias… Pero lo mejor estaba por llegar: si la escalada en sí nos costó 4h40’, el descenso desde la cumbre al refugio, con varias pérdidas de por medio, por culpa de la falta de visibilidad (no se veía a un metro de distancia), fue de casi 6h. Llegamos extenuados al refu, por lo que nos quedamos a dormir (otra bonita noche montañera) y al día siguiente deshicimos el camino hasta Vegabaño. Solo nos queda recomendaros encarecidamente esta ascensión para este verano. ¡Os dejará muy buen sabor de boca! No desmerece a una buena clásica de los Alpes, con el añadido de los Picos: buena gente, sabrosa comida, excelente bebida y la playa a un tiro de piedra.