LA PARTICIPACIÓN DE LOS POU EN LAS JORNADAS MOUNTAIN ROLL NOS DEJA ESTA BONITA ENTREVISTA

¿Qué os parecen las Mountain Roll?

E: Las jornadas del Mountain Roll, como siempre, son una pasada, muy divertido en todos los sentidos, porque no es una jornada de montaña al uso, al final tienes una conferencia, actividad con la gente, después te vienes a un rocódromo a disfrutar con los chavales y enseñarles un poquito de escalada, e inculcarles los valores de la actividad, y después tenemos un concierto, unas cervecitas, por qué no decirlo. Son tres días muy cachondos y muy divertidos.

¿De dónde viene vuestro amor por la montaña?

I: Nuestra amor por la montaña proviene de la familia, específicamente de nuestros «aitas», es decir, nuestros padres. Desde nuestra más temprana infancia, la montaña ha sido el centro de nuestras actividades de ocio: todas nuestras vacaciones y cada fin de semana transcurrían en las montañas. Mis padres, quienes se conocieron en el monte, nos transmitieron su amor por estos parajes, llevándonos con ellos a explorar las alturas cada vez que podían. Nuestras experiencias abarcaron desde los Pirineos hasta los Alpes, y aunque ocasionalmente visitábamos la playa, nuestro destino predilecto siempre fue la montaña, reflejando así el profundo gusto que ellos también sentían por estos entornos naturales.

Quizás porque somos gente que vivimos con pasión, y esa pasión al final la transmites también en tu vida normal…

¿Y qué les parece lo que hacéis?

E: La Ama hasta hace cuatro días preguntaba a qué nos íbamos a dedicar, -pero ¿de qué vais a trabajar después?-, esto hasta hace cuatro días, Ya se ha dado cuenta que no vamos a cambiar…, aceptado lo tienen, otra cosa es que al final se pasa nervios, somos dos hermanos y los dos haciendo actividad con cierto compromiso, entonces eso al final pesa. Yo creo que también lo ven con orgullo, pero pesa, y ahora que están haciéndose mayores pues pesa más todavía, supongo que el que se va, por decirlo de una manera así suave, pues es una pu*** , pero para el que se queda es todavía mucho peor. En línea general la gente de monte es gente que deja poso en la vida de los demás, no sé por qué exactamente, quizás porque somos gente que vivimos con pasión, y esa pasión al final la transmites también en tu vida normal, y entonces creo que al final la gente que se queda sufre, este es el talón de Aquiles de nuestra actividad.

¿Después de cada expedición cómo es aterrizar en la «otra vida»?

E: Es una frenada, porque tú vienes de estar con adrenalina todo el rato. Cuando estás de expedición la vida es muy sencilla, no hay distracciones, por contra en la vida en casa, parece que estás detrás de la tinta del chipirón, tú vas a coger un chipirón en el mar y lo que hace es que te tira un montón de tinta y tú no sabes ya dónde está el chipirón, y creo que en casa a veces pierdes el norte, no sabes lo que es importante, te pierdes en nimiedades, en problemas que realmente no lo son pero que te afectan mucho, y cuando estás de expedición es totalmente lo contrario, es primero sobrevivir, después es el objetivo deportivo, pero no hay nada más, hay como un focus muy claro en eso que quieres conseguir.

Cuando vuelves de una experiencia muy fuerte en montaña, cuesta volver a aterrizar, es como muy adrenalínico, entonces el poner los pies en tierra otra vez y decir, esta es la vida normal, a pesar de que tienes muchas ganas de ver a tus seres queridos,  necesitas unos cuantos días de aterrizaje, creo que es una línea en común con la mayoría de los expedicionarios, casi todos los expedicionarios tienen esta sensación, ese vacío de volver a reencontrarte un poco con la otra vida, y volver a encajar en la otra vida, porque como bien has comentado, la vida de casa sigue discurriendo de una manera lineal, y el que ha salido de ella ha sido tú, para volver a encajar en el rompecabezas.

¿Y lo sentimental?

I: Es difícil, el encaje, la otra persona tiene que ser muy independiente,  hacer más o menos su vida y luego encajarla contigo cuando tú estás en casa,  pero bueno, es muy complicado.

E: Es la parte que más flojea de nuestra manera de vivir, esa estabilidad, porque normalmente te hace que funciones mejor también en la montaña, y cuando pierdes esa estabilidad te despistas mucho, entonces es como una pelea constante, se parece mucho a la vida de los artistas también.

¿Entonces Hijos..?

I: Yo creo que es difícil, a veces te lo planteas, y ves a tus amigos de alrededor y dices, madre mía, igual mejor no, ves el frenón tan grande que tienen, de lo que hacían a lo que hacen ahora, y dices pues igual no. Te vuelves más egoísta, y solo pensar en que te tienes que sacrificar, igual no lo ves claro, y dices, vivo muy bien, ¿para qué liarme la manta?

E: Yo creo que eres consciente de que te pierdes algo grande al no tener los niños, pero que en la vida hay que intentar ser lo más consecuente posible, o sea, si decides tener los niños es para disfrutar de los niños, disfrutar con ellos y hacer vida con ellos, si decides no tener los niños, disfruta de todo lo que conlleva no tener niños, tenemos muchos amigos que no hacen más que quejarse después de tener niños, porque ya no puede ir al monte, porque ya tal, porque ya no sé, tío, nadie te ha puesto una pistola a la cabeza, esto es una elección personal, si tienes los niños, disfruta de esa vida, y si no los tienes, disfruta de la otra, yo en mi caso, por ejemplo, soy feliz así, creo que en la vida encontrar la felicidad es una de las cosas más complicadas, y en nuestra vida de occidentales todavía más.

En la bajada de un pico virgen super difícil estuvimos a punto de no contarla en los rápeles…

¿Habeis temido por vuestra vida en alguna expedición?

I: ¿Momentos malos?, Antártida fue un momento malo, terminamos el proyecto Siete Paredes, Siete Continentes, y en la bajada de un pico virgen super difícil estuvimos a punto de no contarla en los rápeles, o sea, que saltó todo y la verdad que…

E: Hace 15 días, me cayó un bloque enorme en la cabeza, con tan buena suerte que no cayó demasiado alto, no me dio de lleno, pero era un bloque lo suficientemente grande para haberme matado en el acto, y todavía estoy con las cervicales un poco tocadas, un poco fastidiado, esas son las peores en el monte, porque te das cuenta que has podido acabar en una tragedia con consecuencias fatales, pero hay un montón que no te das cuenta y has estado con la espada de Damocles encima de la cabeza. Las que te das cuenta son las que realmente te dejan tocado, porque te hacen reflexionar y lo pasas mal.

¿En que creen los Pou?

E: Yo creo que tienes que ser totalmente consciente, que la vida es algo que empieza y se acaba, o sea, al final, el ser humano, y sobre todo en Occidente, por el nivel de vida, porque estamos muy aburguesados, pues pensamos que esto es eterno, y no es eterno, y yo creo que tenemos una mentalidad muy de disfrutar el presente. Siempre decimos que nuestro plan B es seguir con el plan A, seguir con lo que realmente nos gusta, no estamos buscando un comodín para cuando me haga mayor,  el día a día se vive ahora, nosotros sin enterarnos hemos plantado prácticamente 50 años, sin enterarnos, éramos jóvenes promesas hace 3 días, entonces yo creo que esto es ya, viene y se va, entonces disfrutarlo a tope y ser conscientes de que tenemos que tener suerte también, con el tipo de actividad que hacemos, pero siempre lo decimos, hay un montón de gente también que se monta en el coche, algo que ha sido un desastre durante muchísimos años, accidentes de tráfico, y nadie se plantea dejar de montarse en el coche, nosotros por lo menos hacemos lo que nos gusta, las cosas como son, también montamos en el coche, es un añadido más, pero creo que hay que ser fiel a uno mismo, al final cuando eres fiel a ti mismo, normalmente tienes una vida plena, y cuando no eres fiel a ti mismo, pues tienes una vida que a nuestro gusto es muy gris, pero bueno,  cada uno con la suya, que cada uno que la disfrute como le apetezca.

Al final cuando eres fiel a ti mismo, normalmente tienes una vida plena