De Norteamérica a Europa. De la escalada acrobática en el granito del Niño a la técnica caliza del Naranjo de Bulnes. La segunda etapa del proyecto superó si cave a la anterior. La liberación de la vía Zunbeltz supuso adelantarse a su tiempo. A las dificultades extremas de los largos de octavo grado se sumaron grandes dosis de exposición. En la famosa cara oeste del Picu Iker y Eneko jugaron con su seguridad en los límites de lo razonable. Caídas de más de 12 metros asegurados precariamente. Dos meses de preparación y 3 días para completar del tirón los 500 metros de la ruta. Todo ese esfuerzo dio como resultado una ascensión que cinco años después no ha conocido ni un solo intento de repetición en libre. Quizás el miedo sentido en sus largos aún permanece a píe de vía asustando a quienes por allí se acercan.